17 de mayo de 2010



Mis lagrimas de sangre ya no te dan lastima, creo que nunca te la dieron.
El dolor que yo siento no es suficiente para ti.
El dolor que estoy sintiendo al escribirte esto, de alma.
Me esta sacando las ganas de dedicarte mi tiempo.
Prefiero cambiar mi sangre y mi dolor, por pastillas de sueño, por siempre mi amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario