5 de junio de 2010

Se suponía que llegabas esta tarde, que traerías un nuevo chiste y reiríamos de lo absurdo. Se suponía que te volvería a enamorar el brillo de mis ojos, el olor de mi pelo o el simple roce de mis labios con los tuyos. Se suponía que el tiempo me daría la razón y dejarías de ser ese horrible monstruo.
Pero, una vez más le pregunto al cielo ¿Qué mierda hicieron contigo?Y como respuesta... no obtengo más que una gélida brisa en mi rostro.

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