Quizás sea esto que estoy pensando lo que tanto me vive afectando... la bronca de no poder encontrar ese condimento que me suba, que me haga sentir viva, que me cuide y me quiera.
Ese condimento que a veces amaga con acercarse, pero luego se aleja. Ese condimento que por un momento me pareció tenerlo en manos, pero ya quedó en el ayer.
No me quejo de los condimentos que van tratando de darle sabor a mi vida, condimentos que aunque no estén ni cerca del que necesito, algo de gusto dan.
Esto me está afectando mucho, vos me estas afectando mucho... es inexplicable cómo necesito de vos, cómo necesito alguien como vos... cómo necesito que en mi condimento sea necesaria tu voz, tu apariencia, tus ojos... todo.
Es raro, rarísimo... porque no paso ni un minuto sin decir algo de vos, sin acordarme de tu nombre, de algo que dijiste, no paro de pensar en vos, digamos. Parezco una nena de diez años diciendo esto, pero la verdad es que no, sinceramente, me matas.
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